El proyecto ‘Fortalecimiento de la resiliencia de la población más vulnerable a los conflictos y crisis crónicas en Gumbo (Sudán del Sur), con énfasis en las mujeres y niñas desplazadas internas’, financiado por la Generalitat Valenciana en su convocatoria de Ayuda Humanitaria de 2022, finalizó el pasado mes de junio. El proyecto atendía a la población del campo de personas desplazadas internamente (IDPs) que la entidad social local (Salesianos de Don Bosco-BOSCOAID) gestiona en Gumbo, donde conviven cerca de 10.000 personas y que se encuentra situado a tan solo 9 kilómetros de Juba, la capital del país.
El principal componente del proyecto era proveer de semillas, herramientas y conocimientos para poder cultivar su propia comida, ya que se trata de una crisis crónica y los misioneros salesianos no pueden alimentar a 10.000 personas indefinidamente, ni esas personas desplazadas pueden vivir siempre de la ayuda externa. Además, se ha instalado un sistema de riego por goteo que facilita la producción de hasta tres cultivos al año.
Una empresa externa se encargó a principios de verano de evaluar el alcance del proyecto. Los resultados ratifican que era adecuado, que ha sido eficiente y que ha cumplido los objetivos propuestos inicialmente con un impacto positivo en la población destinataria.
Entre las principales conclusiones y recomendaciones de la evaluación están la de continuar con este tipo de proyectos agrícolas como herramienta de resiliencia para combatir las crisis crónicas del país, no ya como apoyo a la población desplazada consolidando los logros del proyecto, sino en general como medio de desarrollo, fortaleciendo la resiliencia comunitaria en general y el desarrollo inclusivo para las comunidades vulnerables en particular.
Todos los proyectos agrícolas deben incluir capacitación para garantizar la agricultura sostenible
Es importante incluir capacitación en todos los proyectos agrícolas para garantizar la agricultura sostenible desde el punto de vista medioambiental y un modelo agrícola que se adapte al cambio climático.
Si se mantiene la estabilidad en el país a todos los niveles, los misioneros salesianos quieren desarrollar un plan para ayudar a la población a retornar a sus lugares de origen. Asimismo, aquellos a los que no les sea posible regresar, que pueden establecerse de manera independiente por sus propios medios fuera del campo, en las proximidades de Gumbo.
Los resultados de la evaluación han servido a JÓVENES Y DESARROLLO para ratificar lo que ya habíamos escrito en nuestro plan país 2024-2027: combinar la agricultura con la educación como motor de desarrollo y estabilidad en Sudán del Sur, dedicando un gran esfuerzo A proyectos agrícolas no sólo con la población desplazada, sino en todo el país. En línea con la propuesta de la entidad evaluadora, JÓVENES Y DESARROLLO y BOSCOAID hemos desarrollado ya un plan de desarrollo agrícola en cinco comunidades del país, por un valor de cerca de 500.000 euros.
La concienciación sobre los derechos de las mujeres y las niñas es clave para combatir la violencia de género
Otra recomendación que ya está incluida en la estrategia de la entidad es la de seguir incluyendo en todos los proyectos componentes formativos y diálogos comunitarios que conciencien sobre los derechos, la cohesión social, la tolerancia para la coexistencia y la vida pacífica. Asimismo, la necesidad de continuar con la concienciación sobre los derechos de las mujeres y las niñas para promover la paz y combatir la violencia de género. Desde BOSCOAID y JÓVENES Y DESARROLLO sensibilizamos a la población sursudanesa en el respeto a los Derechos Humanos, creamos espacios de reflexión y de diálogo promoviendo la igualdad entre géneros, entre etnias, y favorecemos la creación de espacios de convivencia seguros y de respeto.
También la evaluación ha recogido una sugerencia ya incluida en nuestro plan país 2024-2027, que es la de continuar la sensibilización en higiene y promover medidas que mejoren el saneamiento, acceso al agua potable y la higiene como medios para la disminución de enfermedades de transmisión hídrica; y han aportado una sugerencia que recogemos, que es la de reforzar en los proyectos de agua, saneamiento e higiene los aspectos relacionados con la higiene menstrual de las niñas, especialmente para las jóvenes dentro y fuera de la escuela, modificando las normas sociales negativas que rodean la menstruación y el uso de compresas y que entre otros favorecen el absentismo escolar.