La tecnología, el mundo digital e Internet se han vuelto imprescindibles en nuestras vidas. Estamos viviendo un momento único, que está revolucionando el mundo como lo conocemos hoy y el modo en que las personas nos relacionamos.
Hoy nuestra identidad es física y también digital. Las redes forman parte de un espacio virtual donde también se convive y desafortunadamente no siempre se hace desde el respeto y la tolerancia. Cada día, muchas cosas que no se dirían a otra persona en contextos presenciales, se están diciendo en las redes, aprovechando la distancia y el anonimato, ocultos detrás de una pantalla y tras una identidad digital. Es así como los discursos del odio aumentan han aumentado, al igual que el radicalismo violento. Las cifras que eran ya alarmantes pero tras el confinamiento y las tensiones desatadas por la pandemia se han disparado.
¿Quieres saber más sobre nuestros proyectos para la prevención de los discursos de odio?
Teniendo en cuenta la cantidad de tiempo que nuestros chicos y chicas pasan conectados, y que es en este espacio donde se relacionan, hablan, juegan, estudian, bailan, hacen deporte… deberíamos preguntarnos: ¿quién está acompañando? ¿quién se está ocupando de la educación digital?
Conoce nuestro proyecto contra los discursos de odio y la radicalización violenta en las redes.
La juventud está moviéndose en un espacio en el que no se está educando y en el que es urgente que las organizaciones, los padres, madres y educadores pongamos los medios y herramientas para hacerlo, es nuestra responsabilidad actuar.
Por ello desde Jóvenes y Desarrollo apostamos por el proyecto ‘Somos Más’ como una línea fundamental de nuestro trabajo. Porque como entidad salesiana la educación es nuestro pilar fundamental y la prevención una de las líneas de acción pedagógica que forma parte de nuestro ADN y para ello es necesario llegar al lugar donde las y los jóvenes se encuentran.
Apostamos por construir un espacio virtual donde la cultura de paz sea real, donde la juventud navegue y actúe de forma segura. Por ello es nuestro deber educar en la prevención del discurso de odio y que las y los jóvenes sean críticos ante determinados mensajes, sepan actuar y comunicarse y sean proactivos en la construcción de un espacio virtual donde la tolerancia, la justicia, la empatía, la solidaridad y el amor sean la bandera.