El Ayuntamiento de Arnuero, en Cantabria, ha iniciado una colaboración con el Hogar de Acogida para niños huérfanos por el ébola en Sierra Leona, construido a través de Jóvenes y Desarrollo en apoyo a la labor de los salesianos y que está dirigido por el misionero cántabro Antonio Gutiérrez.
Este proyecto, con el que el Consistorio ha comenzado a colaborar con 2.000 euros, pretende cubrir las necesidades básicas diarias de estos menores, que asisten a la escuela o realizan algún tipo de formación profesional. Al ser cada vez más numerosos los niños que llegan al Hogar de Acogida se hace necesario más material didáctico y alimentos, así como material de higiene personal y formación escolar, profesional y humana.
Entre las actividades programadas para llevar a cabo este proyecto se encuentran la compra de material didáctico, fungible, material de higiene y alimentos para los niñosdel centro, junto con la adquisición e instalación del mobiliario y el equipamiento. Además, se llevará a cabo la reparación de instalaciones sanitarias, la perforación de un pozo de agua potable para abastecer a la casa y el desarrollo de los cursos educativos de los niños.
Según ha explicado el alcalde del municipio, José Manuel Igual, «el Ayuntamiento ha querido sumar su esfuerzo a la voluntad inquebrantable de este misionero, comprometiendo una primera ayuda de 2.000 euros con cargo al presupuesto de este año, y el compromiso de compartir el esfuerzo de este misionero lebaniego con más aportaciones en un futuro próximo en la medida de la disponibilidad presupuestaria del Ayuntamiento».
El apoyo por parte del municipio de Arnuero a esta causa es también un reconocimiento al trabajo realizado durante décadas por el misionero lebaniego. Antonio Gutiérrez, que ha trabajado durante 24 años en varias regiones de África, se reunió en septiembre pasado con representantes de diferentes instituciones, entre ellas en Ayuntamiento de Arnuero, para explicarles la situación que se vive en Sierra Leona, especialmente a partir del brote de ébola que azota el país, con cientos de casos cuyo contagio parece difícil de controlar.
Esta misma semana Antonio Gutiérrez regresó a Sierra Leona a pesar de estar en situación de máximo riesgo. Debido a su forma de transmisión a través del contacto estrecho, la enfermedad está diezmando a familias enteras. Al menos un centenar de niños en esas dos provincias han perdido a sus padres, según las cifras que maneja Unicef.
«Algunos de ellos han tenido que salir de sus comunidades y ser acogidos en otros pueblos. El ébola está rompiendo las estructuras tradicionales de acogida y apoyo mutuo, sobre todo a causa del miedo y el estigma», explica Gutiérrez.
«La mejor solución es que los niños permanezcan en sus comunidades, que sea su familia extensa o incluso sus vecinos quienes se hagan cargo», ha explicado el misionero.
En este contexto, Jóvenes y Desarrollo ha puesto en marcha la Campaña «Hijos del Ébola» con el fin de apoyar la labor que los misioneros salesianos están llevando a cabo en diversos países de África Occidental para luchar contra las consecuencias del ébola.
(Fuente: El Diario Montañés)