El 8 de septiembre se celebra el Día del Cooperante. Una fecha declarada por la AECID para conmemorar el trabajo que hacen los y las cooperantes para acompañar a las personas más vulnerables en su desarrollo y que tengan mayores oportunidades de educarse, acceder a servicios de salud, vivienda etc.
La Cooperación al Desarrollo es una de nuestras principales líneas de trabajo, por este motivo desarrollamos proyectos en terreno con socios locales y, según la necesidad, destinamos cooperantes y/o voluntarios.
Es el caso de Lina Varón, cooperante de JyD en Ecuador. Decidió dedicarse a la Cooperación Internacional porque pensaba que “con mi trabajo podría hacer de este mundo un lugar mejor. Mejorar la vida de una persona es una gran motivación para mí”.
“Es fundamental creer que un mundo mejor es posible y que está en tus manos cambiar cosas para que las personas puedan vivir con una mayor calidad.”, explica Lina. Sólo así se pueden abordar ciertas realidades, muy duras, que viven miles de personas en el mundo.
En España, casi 3.000 personas se dedican a la cooperación internacional, de éstas, más de la mitad son mujeres. La AECID ha designado el 8 de septiembre para conmemorar el trabajo que realizan las personas cooperantes y a la vez reclamar mejores condiciones laborales. Trabajan con 35 millones de personas en 105 países en los que realizamos más de 600 proyectos de desarrollo, según la Coordinadora de ONGD’s de España (CONGDE).
Raquel Fuente, actual responsable del área de Centroamérica, ha sido cooperante de JyD desde 2014. “Los cooperantes deben ser personas solidarias, conocedoras del contexto social y de la realidad local y el global” explica. Ella llegó al mundo de la Cooperación Internacional buscando justicia para los más vulnerables y considera que un cooperante debe tener una vocación de trabajo donde las personas sean el centro y fundamentada en la solidaridad. “La cualidad diferencial es el factor humano, además de las que se añaden relacionadas con el respeto y la adaptación a diferentes culturas, en contextos que a veces pueden ser difíciles”, añade.
JyD estamos presentes en más de 20 países en Asia, África, América y Oceanía. Nuestro trabajo se centra en que miles de niños , niñas, jóvenes y sus familias accedan a una educación de calidad y mejoren sus condiciones de vida. Además, desde un enfoque de derechos, apostamos por la hoja de ruta marcada por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030.
“Los mayores retos de un cooperante son la impotencia frente a la imposibilidad de modificar ciertas realidades y el manejo de ciertos contextos diversos. Por este motivo se hace necesario tener la mente abierta y saber escuchar. Entender las necesidades de las personas y sus contextos particulares para poder construir soluciones conjuntas a los problemas que se viven cada día”, asegura Lina. En esto coincide Raquel, para quien la integración cultural es fundamental. “No se debe dar por sentado el contexto ni las maneras de actuar, es importante respetar y adaptarse a las poblaciones receptoras. Es necesario para evitar problemas de comunicación que trunquen el desarrollo de los procesos”, explica.
Para Raquel, retornar al país de origen y en muchos casos ver su proyecto profesional representa una ruptura importante también a nivel personal. Por ello sería necesario generar condiciones profesionales que protejan a los y las cooperantes que regresan.
Otro gran desafío es defender actividades de desarrollo que se consideran positivas y ceder ante la presión social del entorno en el que se trabaja. Para esto es fundamental aumentar las acciones enfocadas a la incidencia política. La pobreza y la vulneración de derechos no son hechos naturales, son hechos causados por el propio sistema.
Desde JyD reivindicamos la necesidad de garantizar la seguridad de las personas cooperantes que salen a terreno; y de ejecutar acciones para el desarrollo que sean respetuosas, adaptadas y sostenibles y que sigan los principios de eficacia de la ayuda basadas en un enfoque de derechos real.
Por último, el gran reto es lograr el fin de la cooperación norte/sur y que ningún país dependa de otro para sacar adelante a su población.
Aprovechamos este día para agradecer el trabajo de las cooperantes de JyD Lina, Maruxa y Raquel, y para reconocer la labor que hacen todas las personas cooperantes en el mundo.