‘Refugio de esperanza’ es la campaña liderada por Jóvenes y Desarrollo y Misiones Salesianas para acercar la realidad que viven millones de personas en campos y asentamientos de refugiados en todo el mundo.
Las causas de desplazamiento son múltiples: Guerras, conflictos armados, terremotos, hambrunas, sequías… Cambio climático, persecuciones políticas, religiosas. Y las implicaciones altamente disruptivas en la vida de las personas desplazadas.
Las fases por las que pasa una persona refugiada son: Emergencia >> Acogida y Acompañamiento >> >> Adaptación e Integración >> Reinserción.
Refugiados, desplazados, asilados y migrantes no son lo mismo. Es fundamental entender las diferencias para poder atender a sus necesidades.
Un refugiado es una persona que tiene fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, que se encuentra fuera del país de su nacionalidad y no puede o no quiere acogerse a la protección de ese país, o regresar a él a causa de dichos temores.
Un desplazado interno es una persona que se ve forzada a huir de su hogar como resultado o para evitar los efectos de un conflicto armado, de situaciones de violencia generalizada, de violaciones de los derechos humanos o de catástrofes naturales o provocadas por el ser humano, y que no ha cruzado una frontera estatal internacionalmente reconocida.
El asilo es un otorgamiento por un Estado de protección en su territorio a nacionales de otro Estado que huyen por temor de persecución o peligro grave. Una persona a la que se le otorga el asilo se convierte en refugiada.
La noción de asilo engloba una serie de elementos, entre los cuales figuran la no devolución, el permiso para permanecer en el territorio del país de acogida y normas relativas al trato humano.
Las personas apátridas son aquellas a las que ningún Estado considera como nacional suyo de conformidad con su legislación.
Y las personas migrantes, según la Organización Internacional para las Migraciones
(OIM), son aquellas que se trasladan fuera de su lugar de residencia habitual, ya sea dentro de un país o a través de una frontera internacional, de manera temporal o permanente, y por diversas razones.
Aunque ni JyD ni Misiones Salesianas son organizaciones “expertas” en refugiados, la situación actual en muchos lugares del mundo hace que estemos en contacto con esta realidad de manera cercana. Además, al estar presentes en más de 130 países, los misioneros salesianos se encuentran presentes en todas las fases de las personas refugiadas. En la actualidad, atendemos a más de 400.000 personas refugiadas o desplazadas en todo el mundo.
Es por esto que ponemos en marcha ‘Refugio de esperanza’ y pedimos un verdadero compromiso para acoger, proteger, promover e integrar a las personas que han sido desplazadas de manera forzosa.