En el Documento Final de la cumbre de la Asamblea General de las Naciones Unidas, aprobado en septiembre de 2015, se presentaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para el periodo 2015-2030. El 4º objetivo es “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.”
Algunos datos:
- La matrícula en la educación primaria en los países en desarrollo ha alcanzado el 91%, pero 57 millones de niños siguen sin escolarizar.
- Más de la mitad de los niños que no se han inscrito en la escuela viven en el África subsahariana.
- Se calcula que el 50% de los niños en edad de recibir educación primaria pero que no asiste a la escuela vive en zonas afectadas por los conflictos.
- En el mundo, 103 millones de jóvenes no tienen un nivel mínimo de alfabetización, más del 60% son mujeres.
Desde el año 2000, se ha registrado un enorme progreso en la meta relativa a educación primaria universal. La tasa total de matrícula alcanzó el 91% en las regiones en desarrollo en 2015 y la cantidad de niños que no asisten a la escuela disminuyó casi a la mitad a nivel mundial. También se han registrado aumentos significativos en las tasas de alfabetización y más niñas que nunca antes asisten hoy a la escuela. Sin duda, se trata de logros notables.
Sin embargo, el progreso también ha enfrentado grandes desafíos en las regiones en desarrollo debido a los altos niveles de pobreza, conflictos armados y otras emergencias. En Asia Occidental y el Norte de África, los conflictos armados en curso han aumentado la proporción de niños que no asisten a la escuela, constituyendo una tendencia preocupante.
El objetivo de lograr una educación inclusiva y de calidad para todos se basa en la firme convicción de que la educación es uno de los motores más poderosos y probados para garantizar el desarrollo sostenible. Con este fin, el objetivo busca asegurar que todas las niñas y niños completen su educación primaria y secundaria gratuita de aquí a 2030. También aspira a proporcionar acceso igualitario a una formación técnica asequible y eliminar las disparidades de género e ingresos, con el fin de lograr acceso universal a una educación superior de calidad.
La educación debe esforzarse en compensar las desigualdades de contextos sociales, culturales y educativos, permitiendo que todos los jóvenes puedan disfrutar de las mismas oportunidades reales y aprovechar los instrumentos y los medios que ponen a su disposición los sistemas educativos. Se trata de lograr una educación de calidad con equidad, una educación de calidad para todos. La calidad no puede concebirse como una dimensión ajena a la equidad, pues ambos principios deben ser indisociables. Se trata de una idea aceptada internacionalmente, como puso de manifiesto la 47ª Reunión de la Conferencia Internacional de Educación de la UNESCO, que se celebró en París en septiembre de 2004. Esta Conferencia en su mensaje final afirmaba que “promover una educación y una formación de calidad para todos los jóvenes de 12 a 18-20 años es indispensable para lograr un futuro mejor y constituye un antídoto contra la exclusión social en el plano local, nacional y mundial”.
Estamos ante una tarea que se convierte en desafío para todos los que estamos implicados en el ámbito de la educación. Hay que tener en cuenta que las estrategias de cualquier acción educativa deben ser diseñadas con la participación de todos los actores sociales; éste es un tema común en la reciente literatura sobre políticas educativas. La educación es un proceso muy complejo, donde la responsabilidad y la autoridad tienen que ser compartidas por los citados actores sociales. A su vez, la continuidad en la aplicación de las estrategias de transformación es una de las condiciones de su éxito, y para que exista continuidad es necesaria la existencia de un nivel básico de acuerdo y de compromiso de todas las partes, actores, sociales.
Ya en la Conferencia Internacional Educación para Todos, que se celebró en Jomtiem en el año 1990, uno de sus postulados básicos fue la necesidad y la posibilidad de establecer nuevas alianza en favor de la educación.
El 4º objetivo de los ODS nos ofrece una nueva oportunidad de situar la educación como responsabilidad de todos y como impulsor de un verdadero desarrollo sostenible.
Las metas que se sugieren para alcanzar este 4º objetivo en el año 2030 son:
· Velar para que todos los alumnos/as terminen los ciclos de primaria y secundaria, con resultados eficaces. Estas enseñanzas que deben ser gratuitas, equitativas y de calidad.
· Cuidar que todos los niños/as tengan acceso a una enseñanza preescolar de calidad que prepare el acceso a la enseñanza primaria.
· Asegurar el acceso de todas las personas a una formación técnica y profesional y superior, incluida la enseñanza universitaria.
· Aumentar el número de jóvenes y adultos que posean las competencias necesarias para acceder al empleo y el emprendimiento.
· Eliminar las disparidades de género en la educación y garantizar el acceso en condiciones de igualdad de las personas vulnerables.
· Garantizar que todos los jóvenes y un buen número de adultos tengan competencias básicas de lectura, escritura y aritmética.
· Garantizar que todos los alumnos, mediante la educación para el desarrollo sostenible, adquieran los estilos de vida sostenible, los derechos humanos, la igualdad entre géneros, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural.
· Construir y adecuar instalaciones escolares.
· Aumentar el número de becas disponibles para los países en desarrollo.
· Aumentar la oferta de maestros calificados mediante la cooperación internacional para la formación.