Ana Carrera Pedroche tuvo la oportunidad de hacer su voluntariado con los Salesianos en Cuenca Ecuador. En sus obras, los Salesianos atienden a niños y niñas en situación de calle.
Trabajan como betuneros o vendedores de fruta en la mayoría de los casos, desde pequeños recorren el mercado de habas o maíz para ayudar a su familia. Esta situación de niños y niñas en la calle se incrementa en los meses de vacaciones.
La fundación salesiana PACES, trabaja en diferentes espacios, uno de ellos, es ‘Feria Libre’: un espacio para los niños, niñas y adolescentes más vulnerables. Está situado junto a un parking y cada miércoles queda oculto por un sinfín de puestos de mercado en el que resulta más que evidente la pobreza, el trabajo infantil y la pronta maternidad en muchas adolescentes que llevan bebés a sus espaldas mientras se dedican a la venta ambulante.
En el Centro Organizativo Salesiano (COS), los niños y niñas tienen la oportunidad de hacer amistades y compartir espacios lúdicos a través de juegos, dinámicas y actividades. También reciben apoyo escolar, pueden estar acompañados y salir del ambiente de la calle y de trabajo.
En el COS se les da de comer o un refrigerio, lo que para algunos niños supone la única comida del día. Asimismo, organizan otras actividades como excursiones o salidas a piscinas, cosa que muchos de estos niños no se pueden permitir. En el COS, los salesianos intentan prevenir que los chicos entren en el mundo de la droga, ya que desde pequeños manejan dinero y se mueven por la calle con soltura.
“A pesar de las realidades que viven, he de destacar el cariño, la alegría y el amor que desprenden esos muchachos (y del que muchos carecen en sus casas), pero del que no dudan en compartir con todos los voluntarios. Yo he de confesar:desde el primer día me robaron el corazón.”
El voluntariado es sin duda, una experiencia transformadora para todos quienes hacen parte. Únete a este movimiento que cambia el mundo