Luz María Yepes Castillo es Maestra de Infantil y Primaria y Coordinadora Pedagógica en Salesianos Puertollano. Además es una enamorada del voluntariado, esta es ya su tercera experiencia.
Luzma se encuentra en Camboya, apoyando el Don Bosco School en la ciudad de Sihanoukville. Con ella, voluntarios de Vietnam, Australia, España y Reino Unido trabajan apoyando a los Salesianos en la labor educativa que se realiza en la zona.
“Aquí estoy echando una mano en la formación de profesores y estudiantes, enseñándoles inglés y sobre todo intentando motivarles. Cuando eres voluntaria, te pones al servicio del proyecto para ayudar en lo posible.” Comenta Luzma.
Los Salesianos de Sihanoukville tienen un complejo educativo que incluye Infantil, Primaria y Secundaria y Formación Profesional. Muchos alumnos y alumnas de secundaria son internos. La Don Bosco Technical School ofrece formación profesional en electrónica, automoción y soldadura. Dentro del complejo también hay un hotel donde los estudiantes reciben formación en hostelería.
Los voluntarios se adaptan según sus perfiles y realizan diversas tareas, existe una especial necesidad en impartir clases de inglés pues esto amplía las posibilidades de trabajo de los chicos y chicas que acuden a la escuela.
Cuando llegas como voluntario a un lugar debes recordar que “los proyectos ya funcionan y deben seguir funcionando cuando tú te marches, no es tu papel ser héroe o heroína sino compartir desde una actitud de entrega y servicio para que tu labor sea realmente útil.”
La Fundación Camboyana de Don Bosco, tiene como misión principal combatir la pobreza a través de la educación. Desde 1991 los Salesianos trabajan en esta región para que niños, niñas y jóvenes puedan formarse y tener mejores oportunidades.
Le preguntamos a Luzma qué diría a alguien que esté pensando irse como voluntario: “Que se informe del contexto histórico y político del lugar al que va a viajar y que no dé nada por hecho, si no sabes algo es mejor preguntar.”
Luzma nos recuerda que gran parte de la labor de los voluntarios sucede a su regreso, al convertirse en agentes multiplicadores, transmitiendo las realidades del lugar que se visita, “no solo lo duro o cruel que puede llegar a ser, sino todas las cosas bonitas y el potencial que cada lugar y su gente tienen”.
Una de nuestras mayores tareas es al regresar, es importante transmitir todas las cosas buenas y el potencial de la gente