Las fuertes lluvias que cada temporada caen en Sierra Leona son la causa de la avalancha ocurrida en la montaña Sugar Loaf (Pan de Azúcar), situada en el distrito de Regent a las afueras de la capital, Freetown. Según fuentes gubernamentales hay alrededor de 400 cadáveres recuperados, más de 600 desaparecidos y unos 3.000 damnificados por este desastre.
Desde el primer momento, los misioneros salesianos en Freetown visitaron las zonas afectadas y los hospitales para ponerse a disposición del Gobierno, y éste ha pedido a la institución Don Bosco Fambul la tarea de acoger por el período de al menos 3 meses a los menores que han perdido sus hogares o que han quedado huérfanos.
El misionero salesiano, y director del Centro Don Bosco Fambul Jorge Crisafulli, ya se ha puesto manos a la obra y desde el pasado viernes hasta hoy ya han acogido a cerca de 300 menores en el centro, así como a numerosas madres que aún están amamantando a sus bebés.
Jóvenes y Desarrollo, que trabaja desde hace años en el país con el Centro Don Bosco Fambul apoyando el programa de promoción y protección de los derechos de la infancia, se está coordinando con el resto de miembros de la Red Internacional Don Bosco Network para dar una respuesta rápida a esta acción humanitaria de emergencia.