Desde JyD, en el día internacional de la Paz que se celebra este 21 de septiembre, pedimos que la comunidad internacional trabaje por la paz, necesaria para poder educar a niños, niñas y jóvenes.
“He visto morir a mi tío, cómo mi casa y la de mis vecinos saltaban por los aires, cómo gran parte de mi familia ya no vive aquí… Sin embargo, intento vivir mi vida de la manera más normal posible y ayudar a los que están peor que yo. Cuando todo acabe quiero retomar mis estudios, ser una ciudadana de provecho y ayudar en la reconstrucción de mi país”. Es el testimonio de Carol Wahba, una adolescente que vive en Siria.
Más de 300 millones de niños, niñas y adolescentes viven en países en conflicto o en situación de emergencia, según el informe que ha presentado Unicef en la Asamblea General de Naciones Unidas. De ellos, más de 100 millones no reciben educación. El que los niños, niñas y jóvenes no puedan ir a la escuela supone que estamos privando de un futuro a generaciones enteras. Los menores son especialmente vulnerables en situaciones de conflicto y emergencia. La comunidad internacional tendría que ser capaz de asegurar su protección en estas situaciones. La educación en este tipo de contexto es fundamental para que los niños y niñas no pierdan sus rutinas y puedan adquirir las herramientas para enfrentarse al futuro.
Desde Jóvenes y Desarrollo creemos que es fundamental trabajar también una educación para la paz, encaminada al diálogo, al entendimiento y al perdón para acabar con los enfrentamientos y para el desarrollo de las naciones. por eso, por eso este 21 de septiembre, Día Internacional de la Paz, queremos pedir que la comunidad internacional trabaje por la paz como elemento necesario para la educación de niños, niñas y jóvenes de todo el mundo.