“Jamás hubo una guerra buena o una paz mala”
(Benjamín Franklin)
ACTUALIZACIÓN 04/10/16: El plebiscito del 2 de octubre ha dividido a los colombianos. El 50,22% de los colombianos ha votado por el NO y el 49,77% se ha manifestado por el SÍ. Este hecho causa incertidumbre ya que aún se desconocen cuáles serán los pasos siguientes para construir la paz verdadera. Sólo la PAZ dará equilibrio y estabilidad.
Tras más de medio siglo de conflicto armado, la guerrilla de las FARC y el Gobierno colombiano, firmaron el pasado 26 de septiembre, en un gesto simbólico, el acuerdo de PAZ, que tras cuatro años de negociaciones en La Habana ha terminado con el conflicto armado más antiguo de América Latina que dejó 6 millones de desplazados, más de 250.000 muertos, 100.000 desaparecidos, 16.000 secuestros y 12.000 menores reclutados.
Será el próximo 2 de octubre cuando se celebre el plebiscito donde los colombianos decidirán si respaldan la negociación y el inicio de la implementación de lo acordado, contenido en los seis puntos esenciales del acuerdo: desarrollo agrario y rural, participación política, cultivos ilícitos, víctimas, fin del conflicto y refrendación, implementación y verificación de lo pactado.
En Jóvenes y Desarrollo celebramos la histórica firma del acuerdo de PAZ, pero somos conscientes de que queda un largo camino por recorrer, mucho trabajo a nivel social para evitar desigualdades, violencias y surgimiento de nuevos cárteles delictivos. Harán falta mecanismos que disminuyan las brechas de desigualdad, que garanticen una mayor re-distribución de la riqueza, un uso de la educación como área fundamental de transformación social y se fomenten más proyectos sociales que logren la base sólida de riqueza humana y material que necesita Colombia.
Es hora de tener fe y esperanza en cambiar lo que ha sido una historia cruel y sanguinaria para el país.
La PAZ es el desarrollo global de los hombres y los pueblos que debe sustentarse en cuatro pilares fundamentales: la LIBERTAD, la SOLIDARIDAD, la JUSTICIA y la VERDAD. La PAZ en Colombia, al igual que en el resto del mundo, debe basarse en la igualdad de todos los pueblos y en el respeto a sus legítimas diferencias.
Los binomios que afectan al mundo: hombres y pueblos, pobres y ricos, el ser y el tener, desarrollo y egoísmo, desconfianza y colaboración, así como los retos actuales planteados por la pobreza, el hambre, la disminución de los recursos materiales, la escasez de agua, la desigualdad social, la degradación ambiental, la falta de atención sanitaria, la corrupción, el racismo y la xenofobia, suponen un desafío para la PAZ y abonan el terreno para los conflictos.
En Jóvenes y Desarrollo seguimos comprometidos con la promoción de una enseñanza de calidad y el impulso de la educación de niños y jóvenes para el diálogo, el entendimiento y la tolerancia, porque somos conscientes que la PAZ sólo tendrá éxito en un contexto de entendimiento mutuo y de respeto a la diversidad.
El trabajo de los Salesianos en Colombia
En Medellín, capital el departamento de Antioquia, la contraparte local de Jóvenes y Desarrollo es la Ciudad Don Bosco, una institución de carácter educativo y social que tiene como principal objetivo dar respuesta al urgente problema de los niños en situación de calle y de los jóvenes desvinculados de grupos armados irregulares quienes se encuentran en situaciones de riesgo.
Y lo hace mediante un proceso continuo de Educación y Promoción, Protección y Asistencia, Formación para el Trabajo, Atención Interdisciplinar e Intervención con las Familias.
Emplear a menores en conflictos, viola sus derechos y es un crimen de lesa humanidad.
La violencia causada en Colombia por los grupos armados ilegales ha originado crisis humanitarias que han afectado a decenas de miles de niños y jóvenes. La mayoría de ellos fueron reclutados por grupos guerrilleros: las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y otras bandas emergentes integradas por paramilitares desmovilizados. Los menores tomaron las armas y los uniformes o participaron como informantes, no porque quisieran, sino porque no tenían otra opción. Son incontables las historias desgarradoras de niños y jóvenes en los 50 años de conflicto en Colombia.
El Comité de Derechos del Niño de las Naciones Unidas ha expresado su preocupación por la impunidad generalizada en Colombia en lo que respecta a las violaciones al derecho de los niños a la vida, en el contexto del conflicto armado, que afectó a más de 12.000 niños soldado.
Las actuaciones de Ciudad Don Bosco con los jóvenes desvinculados de grupos armados, tienen como objetivo acogerles, protegerles y atenderles mediante un proceso pedagógico; de educación formal, formación prelaboral y atención interdisciplinaria.
Por Francisco Vírseda García